jueves, 9 de octubre de 2008

Consecuencias de la Gran Guerra


Desde siempre he sentido una extraña atracción por la I Guerra Mundial. Su estética es sensacional, las batallas en las trincheras conllevan una épica inigualable. El barro, las máscaras de gas, las vestimentas, el lodo, las máquinas monstruosas y grotescas... siempre me ha atraído mucho más que la sobreexplotada II Guerra Mundial.
En mi intención estaría hacer un gran post sobre la "magnifica" batalla de Verdún, junto con la de Somne, las dos grandes batallas de la I Guerra Mundial. Pero antes, en un acto de vagancia y dejadez me limitaré a poner dos vídeos.
El primero es sobre un mal que surgió consecuencia de la constante exposición al bombardeo. El sistema nervioso de los desgraciados se descontrolaba de manera total. No había cura.



Este otro vídeo, recogiendo también imágenes del "shell shock", se centra más en los horrores producidos por las explosiones y las tremendas amputaciones sufridas por los soldados. Las recomposiciones faciales estaban dando los primeros pasos y el resultado era grotesco.

1 comentario:

Planta en un tiesto dijo...

Realmente impresionante. Estoy de acuerdo con que la primera guerra mundial tiene algo de lo que la segunda carece. Además de ser una carnicería mayor, hay un elemento de "inocencia" en ella que la hace terrible y dramatica. No hay más que ver a esos pobres hombres: ¿que tiene que soportar alguien para que se destruya si sistema nervioso? En su momento parecia no ya increible, sino IMPOSIBLE que una guerra (no digamos una guerra mundial) tuviese lugar en Europa. Eso pasaba en sitios muy lejanos, Europa era civilizada. Pues nada, ahí a matarse. ¿Porque? La segunda guerra mundial tuvo un motivo claro. ¿Y la primera? ¿La muerte de Franz Ferdinand? ¿Que motivo es ese? Afán expansionista de tres pirados, y millones de muertos. Pues nada, seguimos sin aprender.