miércoles, 3 de diciembre de 2008

Fotos comprometidas de la historía

Podría convertirse en un interesante tema recurrente para el blog; sobretodo con el Pato, quien aficionado al tema, bien podría proporcionar material propio o de este que el va encontrando por la red.

El caso es que parece que el tema de Kevin Carter tuvo cierto exito... quizás por la historia detrás de la foto más que por la foto en si misma. Soy consciente de ello. Aún así sigue pareciendome interesante poner alguna de estas fotos que marcaron un antes y un después y contar algo del transfondo de la misma.



Esta es la famosa foto titulada "Ejecución en Saigón" y el responsable fotográfico de la misma fue Eddie Adams allá por el año del señor 1968. Adams afirmó con certeza "El coronel asesinó al preso; yo asesiné al coronel con mi cámara",


La historia cuenta de una manera muy poética que Adams, corresponsal en incontables guerras, ganó el Pulitzer y "traumatizado" con la foto se pasó al mundo rosa. Bueno mi versión sería bien diferente e incluiría dinero de por medio y la ausencia de posiblidad de morir haciendo tu trabajo.Porque un tío que está de corresponsal en 15 guerras, ya me diréis cuantas cosas habrá visto, seguramente peores que esta.


La dureza de la imagen es tremenda. La sensación que se refleja es que el coronel le pega un tiro a un tio sin ninguna consideración por la vida. Sin embargo, el propio Adams, sin compartir el acto en si mismo, defendió al coronel pues parece ser que el guerrillero ejecutado había acabado con la vida de un amigo del coronel así como de una mujer y sus seis hijos. Esto no lo justifica, pero lo explica.
Y esta otra foto que he elegido es una de una historia que jamás me ha abandonado desde que siendo muy pequeño la vi en la tv. La verdad es que es una de esas cosas que se te quedan grabadas a fuego en la cabeza y, aún hoy día pienso bastante a menudo en ella. Seguro que alguno se acordará también. La de la foto es Omayra Sanchez, una niña colombiana de 13 años. La historia se desarrolló en 1985. El caso es que había erupcionado un volcán y esta niña tuvo la mala fortuna de quedarse atrapada entre barro y escombros consecuencia de desprendimientos tras la erupción. Pese a los ruegos de la cruz roja y a que la imagen fue portada en todo el mundo, nadie pudo hacer nada por ella. Omayra murió a las pocas horas.
El autor de la foto fue Frank Fournier y cuenta que para hacer esta foto tuvo que pasar varias horas en coche, en condiciones lamentables y con el miedo en el cuerpo, pues por aquel entonces habían tomado el palacio de justicia de colombia unos rebeldes y la situación no era tranquila. La zona de la erupción era un caos total y un lugareño le indicó que una niña necesitaba ayuda. Allí estaba, en un charco de barro, atrapada por los restos de las casas destruidas. La niña llevaba tres días en aquella situacion. Había cientos de personas en situaciones parecidas. Poco a poco más y más gente trató de ayudarla, pero era inutil; lo único que se podía hacer era ofrecer consuelo. La imagen de la niña, con esos grandes ojos negros mirando a la cámara demuestran lo que algunos llaman coraje ante la muerte. El fotografo afirmó sentirse impotente al sentir como la vida de la niña se apagaba poco a poco.
En este caso se produjo una situación bastante parecida a la de Kevin Carter pues todo el mundo preguntaba o echaba en cara al fotoperiodista el no haber hecho nada. En este caso no hubiera podido hacer nada aunque quisiera.
Aunque lo famoso fue la foto, quizás recordéis mejor esto viendo el video, realmente impactante, de la niña atrapada y hablando a la cámara

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al contrario que el tema de Kevin Carter, que desconocía por completo, la historia de Omayra sí. Conocía el vídeo porque, como a ti, se me quedaron grabadas las imágenes desde que las vi por primera vez (éramos muy pequeños en el 85), y también la foto, porque suele salir con relativa frecuencia en reportajes de diversa temática. Aun así, por mucho que las vea no desaparece esa sensación de angustia, como si fuera la primera vez.
Es cierto que este fue otro caso en el que se denunció la pasividad de la prensa a la hora de actuar, cosa que, en este caso, a pesar de que parezca fácil dicen que resultaba imposible hacer nada para salvar la vida de la niña.
La foto de la ejecución también la había visto en alguna ocasión pero no conocía la historia que la explica.
Ya manifesté mi opinión con respecto a este tema en el otro post, creo que la misión de los fotógrafos y periodistas es retratar y contar lo que ocurre. Supongo que la frase que usa el autor de la foto de la ejecución lo resume todo.