Pois si, queridos lectores de tódolos recunchos do planeta, a I Cea do Pato do Apocalipsis tivo lugar este pasado Sábado. E como non, tan importante cita tiña que ter un menú á altura da mesma, nada de carne queimada na brasa con ensalada e patacas, nada de mesturas asiáticas ateigadas de salsas e manteigas insaturadas, tampouco caemos na rutina fácil de meter comida italiana no forno e... ¡voila! pizza para todos. Non, esta vez foi Alta Cocina, Alta de verdade.
Para comezar, uns pequenos entrantes a base de trigo, cunha deliciosa e fina capa de formaggio, e salpicados aquí e alá cunhas sémolas de xirasol.
Continuamos a enchenta cunha ensalada suave de endivias, combinadas cunha excepcional crema de queixos, e rematadas cunhas antxoas bilbaínas ao aceite sazonado.
O prato forte foi, como non podía ser doutra maneira, Pato do Apocalipsis... á laranxa. Dous magníficos exemplares foron sacrificados especialmente para a ocasión, cociñados co meirande dos coidados, e servidos fríos, buscando o contraste coa deliciosa salsa quente que os acompañaba.
Xa cos bandullos ben cheos, chegou o momento dos máis larpeiros, os catro tipos diferentes de postres, deliciosas tortas de arándanos, pastel de queixo e fresas frescas (pero non frías, xusto á temperatura ideal), bizcoito de chocolate, e os doces e saborosos cadradiños especiais da casa ao cacao.
O café e os licores trouxeron á mesa as máis ferventes e apaixonadas discusións, dignas de calquera debate de intelectuais, temas demasiado densos para este blog.
Ata aquí, o que foi a I Cea do Pato, faltaba o Apocalipsis... sen dúbida, a obra culmen do cine Canadiano, realizada no 2001 cun presuposto desorbitante e cun cadro de actores emerxentes que tardaremos MOITO en olvidar. Estamos a falar, como non podía ser doutra maneira, de “Jesucristo Cazavampiros”.
Para a II Cea do Pato non hai fecha, non hai menú, non hai reservas, pero para o ...Apocalipsis, propoño:
P.E: Aquí vai a receita que tanto pedíchedes e que destruiu o señor Guinness:
1. Poner a hervir en una cazuela la manteca, la zanahoria cortada en rodajas y la cebolla picada. Dorar bien el pato por todos los lados.
2. Añadir el Cointreau, menos un dedito, y cocinar un par de minutos más. Agregar el vinagre, el jugo de 1 naranja y el caldo de carne y llevar a ebullición. Bajar el fuego y dejar cocer 20-30 minutos más.
3. Sacar el pato de la cazuela y colocar en una fuente para servir, manteniéndolo caliente en el horno bajo o precalentando la fuente.
4. Llevar la salsa a ebullición sin dejar de remover bien, pasando la cuchara de madera por el fondo y las paredes. Bajar el fuego y dejar cocinarse unos minutos más. Apartar del fuego.Quitar las bolsas de grasa de la superficie y pasar por el chino para obtener una salsa más refinada.
Salpimentar y añadir el resto del Coitreau.
5. En una taza de salsa del cazo, diluir la maicena poco a poco. Se le puede añadir el jugo de otra naranja. Verter en el resto de la salsa y volver a llevar a ebullición, batiendo continuamente. Bajar el fuego y cocinar unos minutos hasta que espese.
INGREDIENTES:
- Pato (1,5 kg para 4 o 5 personas)
- Zanahoria y cebolla
- 2-3 Naranjas
- Cointreau, 2/3 de vaso largo
- 1 cucharada de vinagre
- 1 vaso de caldo de carne
- 1-2 cucharadas de fécula de patata o Maicena
- Sal y pimienta
- Gajos de naranja para adornar
7 comentarios:
Reacuerdo bien aquella noche. Primero, toda la progenie insistió en adentrarse en mi palacio; con mi conocida hospitalidad les dejé hacer y deshacer cuanto quisiera ¡Buen desastre dejaron en mi casa!
Luego, tuve que hacer yo mismo la compra, después de haberme molestado en buscar la famosa receta. Pero no acabó ahí la cosa, porque tuve que traerlo todo yo solo desde el lejano punto de venta. Luego, mientras deshuesaba los patos y preparaba los aperitivos tuve que soportar las chorradas de aquellos, que sin hacer nada, veían jocosos el partido de baloncesto y los ataques constantes del moco y la planta; quienes en todo momento insistieron en sacar punta a todo comentario, vejándome y apartándome de la sociedad apocalíptica por no comulgar con sus ideas eméticas.
No contentos con ello, me hicieron sacar una vieja reliquia de consola, que estaba estropeada y por supuesto tuve que reparar. Con mil manos y litros de paciencia pude hacerme con el control de la situación y ofrecer una magnifica cena.
Supongo que a los lectores del blog no les sorprenderá nada de esto, dado que la catadura moral de mocos, payasos, patos, plantas, medusas y cosas del pajar queda reflejada a cada paso que dan.
Queridisima suegra, esto es el colmo. Creo que debes tener amnesia o el dolor de muelas no debe dejar que la sangre te llegue a la cabeza, ya que sino recordarías que fuiste tú, y solo tú, quien estuvo delante de la caja tonta toda la tarde sin aportar nada útil a la preparación de la gran cena apocaliptica, fuiste tú quien pidió al Pato que te echara una mano con esa pedazo de consola de la la era prehistorica y, sobre todo, fuiste tú quien, como siepre, le saco la punta a todos los temas y comentarios que se hicieron en esta venerable mesa.
¡¡FELICIDADES A LOS COCINER@S!!
Una gran cena sin duda. Felicidades al cocinero (paiaso), a la encargada de los entremeses (moco) y a la "matarife" (medusa, aunque los pobres patos ya estaban liquidados).
Solo apuntar que los intentos de desestabilizar la cena por parte de la suegra dieron fruto con, seré sincero, cierta perversa satisfacción por mi parte. Por suerte el paiaso, gran conocedor de las dinamicas de masas, tuvo a bien enfriar el caldeado ambiente con una gran pelicula, la cual todos recordaremos a lo largo de los años, si bien cada uno por motivos diferentes.
Hei! que Medusa ten tanta culpa coma min do cociñado do Pato! é máis, quería seguir a receita ao pé da letra e meter o pato ao forno para evitar que se enfriase (menos mal que alí estaba eu)...
...e non hai comentarios sobre Ultrachrist???
Disculpa mi lapsus Medusa, pues creía que había sido el paiaso quien había cocinado integramente las aves. Bien rico que estaba.
Sobre Ultrachrist, si es la mitad de buena que jesus christ: vampire hunter, merecerá la pena verla.
¡¡MISERABLES RESTOS DE ESCORIA!! No reconocéis mi labor, mi esfuerzo y mis modales... pues muy bien, o no os invito nunca más o probaréis ponzoña en apetecibles platos.
Yo no me esfuerzo para conseguir gratitud, pero hasta yo tengo mi corazoncito.
Hay que decir que el pato fotogénico no es. Estaba muy bueno, con su salsita y todo, lástima el tamaño...
Aún corriendo el riesgo de que nos quedemos sin cenar, para la próxima vez propongo que se encargue de la cena la suegra, más que nada para hacer reales sus quejas.
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