miércoles, 14 de mayo de 2008

Grandes torturadores disfrutan con sus torturas



Si, si. LLevo un tiempo dandole vueltas a que puedo dedicar mi siguiente post. Había pensado en darle un poco de caña a los fumadores y a los escuchadores de música(tendrán su espacio brevemente y no limitaré los insultos que les quiero dedicar) Había pensado en mitología y en asesinos en serie.... y bueno, he decidido recoger en un breviario interesante grandes torturas realmente retorcidas y dolorosas acometidas por algunas personalidades. Aquí está pues el BREVIARIO DE LA TORTURA.




Empecemos por Asurbanipal, quien usaba la crueldad como método de intimidación en sus campañas. Empalaba a sus prisioneros ante las murallas de la ciudad donde pretendía entrar. Pero no se quedaba ahí, les cortaba las orejas y la nariz y luego los cegaba con hierros al rojo vivo. Solía arrancarles la piel a tiras y con ella forraba sus asientos.




Más tarde podemos encontrar al rey del terror, a uno de los personajes idolatrados por el manubrio. Hablo de Gengis Khan y sobran las presentaciones. Saqueo, fuego, pillaje... era lo mejor que le podía pasar a los desgraciados sobre los que ponía sus ambiciones. Una gran "hazaña" del Khan fue en 1121, cuando tras la muerte de mil de sus hombres de su guardia imperial, mandó estrangular y machetear a todos los habitantes de la ciudad de Merv. Hombres y mujeres murieron por separado llegando a la cifra de 700.000 muertes. Ese mismo año tras ordenar matar a todos los habitantes de Nishapur, los decapitó y apiló en pirámides, según sexo, y edad sus cadaveres. En otra ocasión, para vengar la muerte de un emisario, vertió oro derretido por la garganta del gobernador de Ultar.




Otros tiranos no fueron tan sanguinarios como Gengis, pero fueron más imaginativos. Este es el caso de Agrakas en Sicilia, donde popularizó el inventó de Falaris, el Toro. El toro de falaris es un toro de bronce hueco en cuyo interior se introducía un condenado. A continuación se encendía un fuego bajo la estatua y cuando el bronce estaba al rojo, los gritos del inforunado salían por la boca del toro dando la impresión de que el animal bramaba.




Otro elemento de tortura bastante popular en la época fue el barco. Artajerjes II, rey de Persia, se valió bastante de él. Plutarco lo describió bastante bien: El prisionero era dispuesto boca arriba sobre una barca y encima se colocaba otra barca. Se le dejaba atrapado, pero con los brazos, las piernas y la cabeza sobresaliendo. Entoces se le obligaba a comer y beber y se le cubría la cara con una mezcla de leche y miel y con el rostro siempre hacia el sol. Las moscas no tardaban en llegar; mientras sus escrementos llenaban el espacio entre los dos barcos y así aparecían los parasitos que iban devorandole por dentro. Al final, la muerte era lenta. Los barcos se separaban y se apreciaba como el organismo del desgraciado era una simple masa de insectos y gusanos que seguían alimentandose de sus tripas expuestas.




Pero sin duda, la tortura más cruel es aquella que está movida por el odio. Este es el caso de Antioco Epifanes, monarca sirio emperrado en borrar del mapa a los palestinos. Levantó una estatua de Júpiter en el tabernaculo, convirtió el templo en un burdel y prohibió la circuncisión. Pero ya se sabe que esta gente religiosa a veces se empecina en tocar las bowlings (nunca mejor dicho en este caso) y dos madres decidieron circuncidar a sus bebés. Por lo cual mandó matar a los bebes y luego colgar sus cadáveres del cuello de sus madres, antes de tirarlas muralla abajo.


Observar el Sabbath era motivo para ser quemado vivo, pero la lista de torturas la copó una mujer judía y sus siete hijos a los que obligó a comer cerdo para hacerlos renegar de su religión. Pero rechazaron las chuletitas así que los fue torturando y matando uno por uno. El mayor fue azotado, luego quemado boca abajo en una cruz mientras vertían aceite hirviendo en su nariz; otro fue azotado, descoyuntado en el potro y sus restos, aún con vida, quemados en una parrilla, otro fue despellejado, a otro lo hirvieron en un caldero... la madre tras observarlo todo, fue azotada, le arrancaron los pechos y la quemaron.


Incluso algunos hombres que han sido recordados como grandes hombres han visto ante sus ojos como se ejecutaban las torturas más salvajes. Es el caso de Marco Aurelio. Su persecución hacia los primeros cristianos fue salvaje. Es celebre el caso de Santa Blandina. Acusada de incesto y canibalismo, fue torturada hasta que su cuerpo quedó destrozado. Y siguió negando los cargos, le quemaron la carne con hierros al rojo y la confinaron en una celda, atada con un cepo , durante días. Luego la llevaron al circo, donde vio morir a muchos de sus amigos, familiares... y volvió a ser torturada, pero no soltaba la confesión. Finalmente la metieron en una red, la ataron a un poste y dejaron que un toro la corneara hasta la muerte.


Y también tenemos otros más modernos haciendo barbaridades. Es el caso de Warren Hastings en la India británica de finales del XVIII. En la guerra contra los hindúes y los franceses a algunos indigenas los ataban de dos en dos. Le azotaban los pies hasta que se les caían las uñas, luego en la cabeza hasta que se les salían los ojos de las cuencas. Se les golpeaba con cañas de bambú y con espinas venenosas que provocan un insoportable escozor con simplemente rozar la piel.

Frecuentemente lo hacía con padre e hijo juntos, para disfrutar diabólicamente de como cada vez que esquivaban un golpe veían como golpeaban a su pariente. A las jovenes las violaban brutalmente y se les sujetaban los pezones con una pinza de bambú y se los arrancaban. Todo esto fue amplia y detalladamente descrito por el escritor Edmund Burke. Hastings fue juzgado por ello y exonerado, como consuelo quede que las costas procesales le llevaron a la ruina.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

si señó, todo mu agradable

Planta en un tiesto dijo...

Los de la Edad Media si que sabían, sobre todo la Spanish Inquisition (nobody expects the... etc). Potros, doncellas de hierro (Iron maiden, lol), pinchitos, sacos con serpientes, una mala época para ser hereje.

EL OBISPO dijo...

Eso me hace pensar que la mayoría de los miembros de esta progenie merecerían pasar un rato por la sala de divertimento de torquemada para redimirse. Principalmente los APOSTATOLES.

Anónimo dijo...

APOSTATOLES es un anagrama de:

-PATO SE SALTO (a si mismo)
-PATO LA TOSE (a quién o qué)
-PATOSO TESLA (insultando al celebre físico)
-LA TOS ESTOPA (su nuevo disco)
-TETAS APOLOS (modelo Apolo XIII)
-PLATO SESTAO (del país vasco)
-APESTO A LOST (le encanta la serie)

Y pensaba que no nos ibamos a dar cuenta...

Anónimo dijo...

Bien, bien, planta, te has dado cuenta.
PD: ahora me pico y estoy una semana sin escribir... y sin respirar.