viernes, 7 de mayo de 2010

Julio Medem

A veces mi prosa no logra captar todo mi sentimiento y debo recurrir a otros "autores" para que sean ellos quiene expliquen mejor cuanto vacío hay en mi corazón. Este es el caso. He encontrado en una prestigiosa página de cine un articulo sobre el director vasco, con motivo de su última opera, que explica a la perfección quien es Julio Medem. Y aunque el propio crítico peca de pedante, me mola como termina su artículo:


Ahora que el evangelista Julio Medem regresa con una nueva película, tres años después del doloroso (aunque justísimo) fiasco de ‘Caótica Ana’, es una excusa tan buena como cualquier otra (como si se necesitaran excusas para hablar de un director) con la que hacer un repaso canalla a la carrera de uno de los directores estrella del cine español, uno de los que se abanderan, se autoproclaman casi, como un autor y un artista, y que goza de muchos seguidores y de no menos detractores.
No hay otro director como Medem, en el cine español, que personifique el rollo “cool” de nuestra filmografía, el espíritu “progre” y el ambiente sectario y cerrado que muchos realizadores españoles construyen en torno a ellos, aislados de todo cuanto se dice y se reflexiona sobre su obra desde revistas de debate teórico o foros de opinión. Medem vive enclaustrado en su cárcel creativa, ensimismado por su sublime, y autoinducido, genio audiovisual, y el resto de nosotros, pobres mortales, sólo podemos esperar a que él nos adoctrine con su abrumador talento.
En realidad, su legado es muy otro. El único cine importante que ha hecho en su vida es el de ‘Vacas’ que es una película muy interesante desde un punto de vista narrativo y visual, y que ofrecía un punto de vista inédito sobre cierta forma de vida cada vez más desaparecida. Pero el cineasta enseguida se creyó lo de que era un cineasta portentoso, se embebió de los divismos de su oficio, y comenzó una caída libre que con cada película parece que ha tocado fondo, pero que se revela como caída sin fondo con la siguiente.
Creo, es mi forma de verlo, que la mayoría de los espectadores o cinéfilos que hablan sobre poesía, tienen una concepción equivocada de la misma. Pero también tienen una concepción equivocada de la poesía en general. La poesía, la más elevada, no se conforma de imágenes oníricas o paisajes fantásticos o abigarramientos intelectuales; en realidad la poesía más importante surge de la vida misma, que está ordenada y conformada por leyes más poéticas de las que se imaginan los conductistas y los que van de profundos y espirituales sin serlo, y que solo los artistas más valientes pueden crear, pues han de bregar con los fantasmas y los acantilados de la realidad, que nunca engaña.

Pongo varios ejemplos: cuando David Lynch hace aparecer a la Bruja Malvada del Oeste al lado del coche de Lula en ‘Corazón salvaje’, crea una imagen poderosísima que convoca a los fantasmas de la infancia y a los orígenes del cine de manera atroz; cuando Terrence Malick muestra una jaula con un pájaro en su interior, sobre el cabecero de la cama de una moribunda, y nos hace sentir la proximidad de un alma enjaulada que pronto saldrá de su presidio.
Esto es poesía. Los jugueteos audiovisuales de creidillos que van de poetas, y que no saben hacer otra cosa que colgar una cámara de un ventilador o colorear su fotograma de manera llamativa o hacer un plano preciosista chorreante de sangre, y que ignoran la condición humana más terrenal, sus miserias y su dolor, pueden convencer a algunos espectadores, e incluso a algunos cinéfilos, y puede que a pocos analistas. Pero a mí no. No cuando todo es un juego burgués acerca del sexo, la muerte y el amor. Y por burgués me refiero a convencionalismos, conservadurismos, trivialidades, disfrazados de vanguardismo y poesía de salón.
Porque de pijerío, experimentalismos baratos (que nada tienen que ver con el arte, que no es un divertimento para científicos), y chorradas grandilocuentes tenemos de sobra en ‘La ardilla roja’, ‘Tierra’, ‘Los amantes del círculo polar’, ‘Lucía y el sexo’ y ‘Caótica Ana’, pasando por el nazismo encubierto de esa porquería reaccionaria de ‘La pelota vasca’, y llegando por fin a la apología infantiloide de la mujer, la estupidez supina, de ‘Caótica Ana’. Una carrera digna de un poeta del cine, sí señor.
Con el fracaso de ‘Caótica Ana’, que le puso en bancarrota personal, Medem dejó las siguientes y muy expresivas declaraciones: “mi próxima película será más comercial, más comprensible para todo el mundo”. Eso es un artista, sí señor, de pura cepa, además. No sólo insulta a los que no aprecian sus películas, suponiendo que no son capaces de comprenderlas, sino que además no tiene el mínimo reparo en entregarse a una supuesta comercialidad. Y salimos pronto de dudas, con el cartel y trailer promocionales de ‘Habitación en Roma’, que se estrena hoy. Qué sorpresa más grande…dos mujeres desnudas en una bañera. Este Medem, que cacho artista.


Fuente: http://www.blogdecine.com

5 comentarios:

Planta en un tiesto dijo...

Que gracia, este fulano, cuya opinión es perfectamente respetable por supuesto, se dedica a juzgar a Medem porque su cine no refleja las cosas a las que el asigna importancia, y porque "no es poesía" (deberíamos darle las gracias por haber descubierto tras siglos de debates lo que es poesía). Y luego, en un giro maestro, habla del "nazismo" de la pelota vasca, e insinúa que "habitación en roma" será una pedanteria porque va de dos lesbianas en pelotas.

Que cada uno tenga una opinión sobre Medem me parece bien, pero que este listillo ande dando lecciones de lo que es cine me da la risa.

Planta dijo...

Por cierto, he leído un poco el blog ese y casi todos los comentarios de las entradas poner a parir a los escritores. En serio, leerlo: es bastante gracioso.

Paiaso de Asalto dijo...

Poesía... odio a poesía... bueno, non, non a odio, nin detesto, nin perdo o tempo pensando nela... ¡gracias Medem por non facer poesía! ou, polo menos, facela suficientemente mala como para que non me entere.

De feito, curioso que o Obispo teña en conta unha opinión dun fulano que, á vez que critica a un cineasta español (isto era esperable), ensalce a grandes "creadores" como David Lynch e Terrence Malick... juas! creadores de??? tedio? tendencias suicidas??? De feito, poderíase facer unha crítica calcada destes dous directores... pero claro, entendidillo de cine con gafas de pasta=a non me toques aos "Grandes".

Medem, como Lynch e Malick, teñen pelis boas, normais, e malas (Caótica Ana por exemplo, ou a Ardilla Roja que a min nunca me gustou). Outras deixanse ver, e incluso diría que son boas, "los amantes...", "Tierra", "Lucía..." esta última, dende logo, deixase VER (oink, oink)... pero en canto a peli e historia, é bastante aburrida.

E esta última, tal vez sexa un coñazo (bueno, dous), pero tal vez esté ben, ou remova a alguén no asento cunha escea parecida ao escatolóxico final de Caótica Ana.

EL OBISPO dijo...

Excelente post....generando las respuestas que tanto esperaba(ulo moco?).

Si, efectivamente, el que escribe el articulo resulta tan pedante como el propio Medem.

Terrence Malik buenas películas? Dónde? las que compra en la fnac porque las que hace él no las aguanta ni su pm.(pm no es policia militar) y en cuanto a Lynch bueno... alguna cosa ha hecho que puedo llegar a respetar, aunque el que firma Dune no puede generar amor en mi persona.

Algún día haré un post sobre Medem, escrito por mi, y os aseguro que la palabra poesía brillará por su ausencia.

P.D: Uno a Medem con Almodovar. Me dan arcadas y creo que ver pelis suyas acortan mi vida sensiblemente, pero les reconozco talento visual. Una pena que no sean americanos, serían mucho mejores en todos los aspectos(que pena que este comentario no lo esté haciendo en un foro donde realmente tocase los cojones a la gente, porque ahora que lo he hecho me siento orgulloso de él y creo que podría llegar a irritar violentamente a muchos gafapasta y tios guays)

EL OBISPO dijo...

.......... y los escritores simplemente son directores de cine frustados.