Leite leitiña, pola maña quente e pola noite fría.

Cuando abres tu nevera, ¿ tienes un par de bricks de leche, yogures, mantequilla, queso o algo de nata? ¿También algo de helado en el frigo, quizás? Humm... Lee atentamente y después replantéate de nuevo tu lista de la compra para esta semana, compañero/a. Venga que nos vamos.
La leche de vaca resulta difícil de digerir para las personas. Primero porque neutraliza los ácidos gástricos. Segundo, porque las enzimas digestivas que descomponen la leche - la renina, que descompone la caseína, y la lactasa, que disgrega la lactosa en azucares simples- en la mayoría de las personas desaparecen a los 3 años. Tercero, porque la caseína sin hidrolizar forma grandes coágulos de masa viscosa que suponen un gran esfuerzo para nuestro sistema digestivo. La caseína vacuna en nuestro organismo se endurece y se adhiere al intestino donde impide la absorción de gran cantidad de nutrientes, como el calcio y el hierro, contribuyendo a anemias, fatiga crónica, y contrariamente a lo que se piensa a un menor aprovechamiento del calcio.
Mucha gente, pues, consume mas lácteos para asegurarse el calcio sin darse cuenta de que de esa manera están agotando sus reservas del mismo para neutralizar los efectos que los lácteos producen en su cuerpo.
¿Todavía crees que necesitas tomar leche? Pues seguimos.
Entre los numerosos trastornos y enfermedades que se pueden relacionar con el consumo de leche se pueden citar:
· Trastornos digestivos, que pueden ir desde los mas "suaves" tales como malestar abdominal, flatulencia, cólicos y diarrea (cuadro clásico de intolerancia a la lactosa) a los mas "serios", como pueden ser dolores abdominales, ulcera gastro duodenal o hemorragias intestinales
· Anemia, ya que la caseína dificulta la absorción intestinal de diversos nutrientes, minerales y oligoelementos entre los que se encuentra el hierro.
· Trastornos respiratorios, con el aumento de mucosidad que provoca la principal proteína de la leche, la caseína, que dificulta el funcionamiento correcto del aparato respiratorio y que puede dar lugar a infecciones de garganta, nariz, oídos (otitis), bronquitis, etc. A menudo los casos de asma y sinusitis mejoran e incluso desaparecen cuando se deja de consumir leche.
· Trastornos coronarios, ya que las grasas de la leche de vaca son saturadas y contribuyen al aumento de colesterol y los triglicéridos. También la caseína y la lactosa contribuyen a aumentar los niveles de colesterol y los trastornos coronarios.
· Alergias, pues las proteínas de la leche, en especial los caseinatos, son altamente alergenicas, llegando a desencadenar vómitos, diarrea, erupciones, eccema y asma.
· Enfermedades autoinmunes, debido al elevado numero de antigenos presentes en las proteínas lácteas y que sobreexcita nuestro sistema inmunológico.
Aplicando todo esto al culturismo y a la puesta a punto física, ahora comprendéis porque los culturistas en precompeticion cortan totalmente los lácteos, por todo lo anteriormente citado y porque los lácteos los ponen "blandos". La leche va cargadita de hormonas tipo estrógeno que nos hacen retener líquidos, y eso no gusta en el escenario, ¿verdad?
Y no se os ocurra hacer vuestros batidos con leche; aparte de retrasar una barbaridad la digestión de nutrientes, esos mismos que nos interesa que lleguen rápido a los músculos después del entreno, la lactosa impedirá que absorbáis correctamente la creatina y diversas sustancias mas. En vez de poneros grandes, os pondréis gordos.
Pero tranquilos, porque si realmente os gustan los lácteos, no esta todo perdido. El yogur natural -bajo en lactosa, ya que las bifidobacterias la descomponen en unidades simples-, el queso fresco desnatado y el queso en general se pueden tomar fuera de temporada con moderación, fuera de las comidas y acompañados de algo de fruta; tampoco es cuestión de ser radicales, porque reconozco que los yogures y el queso están ricos. Eso si, la leche sin tratar mejor ni tocarla.
Bueno, después de todo lo dicho... ¿Aun tienes ganas de tomarte tu batido con leche?

fuente: www..atletika.es