En defensa del Burka

Bueno, ahora está de moda hablar del burka por aquí y por allá. Resulta que ya no hay gripe A y hay que buscar alguna cosilla que llevarse a la boca.

Como la planta ha activado, habilmente, uno de mis tópicos preferidos, me referiré en términos de gente, esa gente, esta gentuza, obviando mentar a periodistas, políticos o populacho vario. A todos ellos les ofrezco el mayor de mis desprecios. En realidad, no creo que pertenezca a la misma especie que ninguno de ellos. Si, creo que soy mejor.

Según parece España está sufriendo una invasión de mujeres enburkadas. Según parece todos vemos por la calle cientos de mujeres que llevan esta terrible prenda, todas ellas obligadas por sus maridos. ¡Debemos parar esto, ya! ¡Actuemos!

Esta gente, ahora interesada en el uso de estas prendas, nos recuerdan en rellena páginas absurdas que además del burka, están el shador, el nosequé y el nosequemás. Sinceramente, me la trae al pairo.
Como siempre, los adalides de la libertad, los defensores de la igualdad, del respeto y de la democracia(eso siempre me ha gustado: la democracia M-o-L-a) son los que caen en la , a mi modo de ver, trampa más evidente.

En España, este país, MI PAÍS(es que acabo de ver Infiltrados y hay una escena de Jack NIcholson cojonuda que dice eso, y me mola ...no tanto como la democracia pero casi) si tu marido te obliga a llevar una prenda de esas pues digo yo que podrás denunciarlo,articular las herramientas de nuestra maravillosa sociedad para poder vivir en libertad.
Pero no, queda de puta madre ser un líder comprometido y salir con la camiseta del capitán América y decir "Aquí no queremos eso" o enarbolar la maravillosa frase(esta me encanta) "si vienes a mi país aprende de mis costumbres" y aquí paz y después gloria.

Pues a mi me parece de puta madre que cada uno lleve la ropita que guste, siempre que no le obliguen a ello. Además, me parece que hacer leyes que prohiban costumbres no nocivas lo único que consiguen es tocar los huevos, separar y crear problemas entre estúpidos y memos, que por desgracia suelen ser los problemas que nos llevan a catástrofe