viernes, 1 de febrero de 2008

Jack Dempsey


“El martillo de Mannassa”. Sin duda, mi preferido. Nacido a finales del siglo XIX en Mannassa(Colorado). Fue el quinto de 11 hermanos, de una familia que vivía en el nomadismo. Durante su carrera nunca obtuvo el cariño del público; reconocimiento que le llegaría después de retirado.
Bernie, su hermano mayor(20 años de diferencia) le metió el boxeo en el cuerpo. Bernie había sido un boxeador de medio pelo cuya mandíbula era más frágil de lo que le hubiera gustado. Por miedo a que a su hermano le pasara lo mismo, Bernie, le deba de mascar una masa de resina de pino y le metía la cabeza tres veces al día en un cubo de salmuera para endurecerle la piel. Jack iba a la escuela y descargaba remolacha de los trenes. Acabada la escuela se recorrió el país como un vagabundo en los bajos de los vagones de los trenes, con su cara rozando el suelo. Fue ganando unos dólares con peleas clandestinas en bares de mala muerte. Así empezó a ganarse la vida como boxeador.
A lo largo de su carrera tuvo 4 managers, se casó con Maxine una pianista 16 años mayor que él y se divorció pronto. Aquello le acarreó muchos problemas. Contra Jim Flynn sufrió su primer y único KO, esto fue antes de colgar los guantes por primera vez para irse a trabajar a los aserraderos de Seattle.
Sería en 1917 cuando Jack Kearr le propone ser su manager y de su mano comienza una carrera fulgurante. El dinero comienza a llegar. En el 19 pelea contra Jess Willard, conocido como el “Vaquero Gigante”, porque también actuaba en rodeos. Willard con 15centímetros más y 30 kilos de diferencia, sufrió una derrota histórica. El “pequeño” Dempsey le dio una paliza de tal magnitud que desposeyó de toda dignidad al Willard. Le rompió la mandíbula y varias costillas, le dejó un ojo tocado y la nariz deformada , además de una dentadura con cinco dientes menos y medio sordo. La paliza fue tan brutal que Willard se atrevió a acusar a Dempsey de enyesarse las manos antes de ponerse los guantes. (ver el video, porque la paliza que le da a este gigante es impresionate)



Dempsey jamás recibió el apoyo del público. Parte de culpa la tuvo una foto que se hizo para animar a la juventud a alistarse en los finales de la primera guerra mundial, vestido con traje militar y con unos elegantes pantalones y zapatos(esa foto es en la que se fija Paul Newman en “Marcado por el odio” – una de mis pelis favoritas) . Jack se había librado del ejercito porque mantenía a su familia. Tuvo muchos problemas por aquello, e incluso se enfrentó a la justicia, acallando las voces con grandes donaciones a la cruz roja.
Mientras preparaba la primera defensa de su titulo rodó un serial cinematográfico “Temerario Jack”. Una película en la que compartió cartel nada más y nada menos que con Douglas Firebanks y Charles Chaplin. También rodaría “Vivo o Muerto”.
Su primera defensa la hizo contra Miske, quien estaba aquejado de una dolencia grave en los riñones, que le llevaría a la tumba pocos años después. Dempsey no tuvo piedad y lo tumbó en el tercer asalto. No obstante, años después trascendió que este combate se celebró como un favor de Dempsey a Miske.
Tres meses después(muy pronto para quien no lo sepa) tuvo un combate de “verdad” contra Bill Brennan. Lo pasó mal, muy mal, pero al final lo tumbó en el 12º. El público, que odiaba a muerte a Dempsey, protestó porque decía que Brennan se había levantado antes de la cuenta de 10. Con este combate los púgiles se repartieron una barbaridad de dinero para la época. 10.000 dólares. Con ese dinero, Brennan abrió una licorería. Años después moriría tiroteado en ella a manos de un gánster que le vendía a la competencia.

Tras grandes combates por los que ganó muchísimo dinero se dio la gran vida en Europa. Volvió y tras algún que otro combate complicado….

La pelea con Firpo

Llegó el gran combate que todo gran púgil desea tener. El combate de película. Un combate que merecería un post a parte.
El rival escogido era un argentino llamado Luis Angel Firpo, conocido como “El toro salvaje de las pampas” que se entrenaba acarreando reses en un matadero.
Más corpulento que Dempsey ambos protagonizaron los 3´57” más salvajes de la historia del deporte. Basta decir que Firpo besó la lona siete veces en el primer asalto y Dempsey dos. En la segunda cayó fuera del ring al recibir un terrible derechazo y fue el público quien lo devolvió al cuadrilatero justo en el momento en el que sonaba la campana. En la reanudación, Firpo volvió a caer antes de volverlo a hacer para no levantarse, tras un derechazo y un terrible gancho de izquierda.
Esta pelea hizo cambiar las reglas del boxeo internacional y se dispuso que los púgiles fueran al rincón neutral al derribar a un rival, esperando la cuenta de diez. Pero Firpo no disfrutó este beneficio en sus nueve caídas frente “el martillo de Manassa”. También se prohibió desde entonces que los púgiles utilizaran guantes tan livianos como los que se usaban.


Tres años sin poner el título en juego fueron aprovechados por Dempsey para casarse con la actriz Estelle Taylor. Cuando volvió fue para pelear contra otro que se convertiría en mito, Genne Tunney. Lo tuvo contra las cuerdas, pero definitivamente perdió a los puntos. Esta pelea marcó un hito en asistencia, 120.000 aficionados que tardaría en ser superado 70 años (Chávez vs Haugen)
Un año después se repitió todo. El rival y la derrota. Demsey se retiró. Abrió un restaurante en NY(donde creo que Michael Corleone mata al jefe de policía en el Padrino) y vivió una larga temporada en Hollywood, donde fue productor de películas y series. En 1983 murió en NY rodeado por su esposa, dos hijas, ocho nietos y biznietos.

3 comentarios:

Planta en un tiesto dijo...

Muy buen articulo, realmente siempre me ha admirado como en los primeros años del siglo XX en los USA había gente, no exclusivamente deportistas, que se ganaban su leyenda y entraban en la historia a base de puro pulso y a base de hacer virtud de necesidad. Realmente he de reconocer que este tipo de historias me emociona. Se me vienen a la cabeza otros nombres como Eugene V. Debs, Woodie Guthrie o Eddie Rickenbacker, todos ellos con historias dignas no de una película sino de veinte.

Buen trabajo suegra.

Anónimo dijo...

ummmm! no se si me gusta que te guste.... tal vez en el próximo articulo encontraré la manera de mencionar sucintamente a nuestro señor presidente.
De todas maneras, aun viniendo de un vegetal emético, gracias.

Anónimo dijo...

o boxeo non é un deporte...
...joder, vale que se poida soltar o codo, empuxar ou facer "faltas antideportivas", pero eso de darse de ostias diante de moita xente non é normal. ¡Menudos gañanes de discoteca!

O que si é certo é que "entraban na historia a base de puro pulso...", ou sexa, a ostias.