BEGIN
Super Hexagon es un juego en el que el jugador asume el control de un triangulo. Girándolo en sentido horario y antihorario alrededor de un hexágono en la parte central de la pantalla, el jugador debe esquivar una serie de barras que se aproximan desde los seis lados del hexágono a diferentes velocidades y formando diferentes patrones. Si en triangulo contacta con la superficie de estos obstáculos el juego se acaba. El objetivo del juego es aguantar el mayor tiempo posible sin que esto suceda.
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Super Hexagon es una creación de Terry Cavanagh, diseñador de videojuegos inglés, creador del clásico moderno de plataformas VVVVVV. Podemos observar tanto en dicha obra como en Super Hexagon muchas líneas comunes que nos remiten a una filosofía de diseño similar: la posibilidad de crear juegos mínimos, con una única mecánica, austeros en su presentación y en su apartado técnico, juegos destilados, reducidos a sus mínimos componentes. Frente a una industria que tiende al espectáculo visual y sonoro, a la posibilidad de hacer más, de tener más, de interactuar más, el mero acto de ofrecer tan sólo un elemento y jugar con él en exclusiva resulta liberador, consiguiendo exploranr las posibilidades de un solo recurso hasta su agotamiento. Esta es la carta de presentación de ambas obras de Cavanagh.
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BEGIN
Super Hexagon es un juego acerca de la victoria sobre desafíos aparentemente imposibles, de la necesidad de la concentración constante, del triunfo de la perseverancia, de la renuncia a la caída en el desánimo, la virtud de la memoria. Estas son las lecciones que uno aprende después de cada sesión de juego. A veces una sesión de cinco minutos parece durar una hora. A veces una sesión de una hora, cinco minutos. Cuesta describir la sensación de superar un reto insalvable en apariencia, tan sólo para descubrirse a uno mismo mejorando tras cada nueva partida, arañando segundos y segundos de victoria al reloj hasta finalmente, OH DIOS, llegar a la siguiente meseta de perfección, consciente del camino recorrido. Y tras alcanzar el segundo, tercer o cuarto nivel revisitar los paisajes pixelados donde habitaban antiguos retos que éramos incapaces de siquiera imaginarnos superar, y descubrir para nuestro completo asombro como el juego parece transcurrir a cámara lenta.
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Super Hexagon es un juego con una serie de desafíos progresivos. Una voz femenina da la bienvenida al juego: “SUPER HEXAGON”. Los nombres de los niveles y sus descripciones se burlan de nosotros, o quizás tan solo nos advierten: HEXAGON, HEXAGONER, HEXAGONEST. HARD, HARDER, HARDEST. En cuanto comenzamos, la voz nos guía: BEGIN. En nuestra búsqueda del fabuloso hexágono atravesamos todas las etapas del polígono. LINE, TRIANGLE, SQUARE, PENTAGON, nos recuerda cada diez segundos nuestra guía femenina. Cada vez que la escuchamos sabemos que estamos más cerca de nuestro objetivo, sabemos que somos un poco mejores, sabemos que la próxima vez lo haremos mejor. Por el camino escucharemos un buen número de veces de los labios de nuestra anfitriona GAME OVER. Pero ni siquiera el fin nos retiene mucho tiempo. Retomamos nuestra búsqueda del hexágono al momento, con una sola pulsación de una tecla, tras haber sido informados de nuestros progresos en la anterior sesión. El final tan solo es temporal, un inconveniente menor, una incomodidad pasajera, un error subsanable. BEGIN, nos anima, quizás nos aguijonea, la voz. Y cuando alcanzamos el idolatrado hexágono a los 60 segundos, HEXAGON, y el mundo se vuelve más rápido, más hostil, más incontrolable, retándonos a continuar todavía más, como si entrásemos en un territorio que no nos corresponde, como si el mundo quisiese desembarazarse de nosotros como un caballo encabritado al jinete que lleva a sus espaldas. El alcanzar el hexágono abre este nuevo territorio como un nuevo nivel en el menú principal, elevando el número de niveles a la cifra de seis, tantos como son los lados del mágico hexágono.
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BEGIN
Super Hexagon es un juego competitivo. EXCELENT, nos anima la voz cada vez que nos mejoramos a nosotros mismos y aguantamos unos segundos más en cada nivel. Y la cifra final de segundos que llega con cada nuevo GAME OVER aparece impresa en pantalla, bien grande al lado de un NEW RECORD, para nuestro orgullo. Pulsamos tabulación y contemplamos nuestro lugar en la tabla clasificatoria de todos los jugadores de nuestra lista de amigos que, como nosotros, luchan contra el reloj en búsqueda del hexágono. Otra pulsación de tabulación y se nos compara con todos los jugadores a nivel mundial. Un número indica nuestro lugar en la clasificación. Justo arriba, en la posición superior a la nuestra, alguien ha logrado aguantar 2 centésimas más. Podemos hacerlo, nos decimos. Super Hexagon es un juego en el que, ante todo, competimos contra nosotros mismos. El juego no pone trabas a este desafío. Siempre justo, con las reglas encima de la mesa, tan solo nos dice: “BEGIN”.
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BEGIN
Super Hexagon es un juego sobre la condición humana y la búsqueda de Dios. BEGIN. Podemos hacerlo, avanzamos, esquivamos los obstáculos, el mundo gira a nuestro alrededor, una sensación de falsa seguridad nos invade. La reconocemos, la apartamos de nosotros. Lejos, donde no pueda alcanzarnos. LINE. Somos conscientes de la fragilidad de nuestra búsqueda, un solo fallo y volveremos al comienzo, todo nuestro progreso se borrara como si nunca hubiera existido, como ya ha sucedido las veces anteriores. Nuestro triangulo roza la inofensiva cara interior de un obstáculo para recortar tiempo, pasando cerca de su mortal cara frontal. TRIANGLE. Un momento de pánico causado por una nueva forma geométrica que se aproxima nos invade y dudamos una decima de segundo, quizás menos, si girar en sentido horario o anti horario. Corregimos nuestra trayectoria al momento, pero ha sido lo suficiente para ser conscientes de que hemos salvado el obstáculo de la siguiente línea que se aproxima muy a duras penas. Este es un viaje de perfección y estos errores se pagan. SQUARE. ¿Hemos retomado el control? ¿Lo hemos tenido alguna vez? Continuamos nuestro viaje, nuestra consciencia se va diluyendo, el mundo de fuera de la pantalla es una mera mancha. PENTAGON. Estamos cerca del hexágono y no podemos pensar, tan solo reaccionar. Nuestros dedos se mueven solos, nuestros ojos no procesan conscientemente los patrones creados por las líneas que se aproximan. Son bellas e hipnóticas, incomprensibles y crueles. Las sorteamos mientras nuestro cuerpo se pone en tensión, expectante ante el comienzo del fin. Hasta que, HEXAGON, y el mundo estalla, y todo se complica, y tenemos que reaccionar incluso a más velocidad, y no podemos permitirnos pensar, y vemos la fragilidad de todo ello, y sabemos de la inevitabilidad del fin, y nos preguntamos que habrá al final del recorrido, pero sabemos que no llegaremos a verlo, o tal vez sí, pero esa momentánea falta de fe ha sido suficiente, una grieta en el muro de nuestra concentración, ya nunca veremos el final y, expulsados de esta contemplación de la cara de Dios tan solo queda
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3 comentarios:
Provoca ataques epilépticos si no eres chino
Este post es terapéutico. Tuve que escribirlo para exorcizar la obsesión que me provoca este juego. Cierro los ojos y veo sus hipnóticas figuras danzar delante de mi. Trato de alcanzar el hexágono del tercer nivel y no soy capaz. Es como una pesadilla.
por isto hai que pagar? sona como unha tortura viciosa.
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