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Un bello ejemplo de como nos protegen las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Aprovechando la muy católica visita del Papa, un grupo de policías de mano suelta y con una neurona más que los caballos para no cagarse encima mientras caminan le dan un pedazo de hostia con una porra a una chica que regresaba de la manifestación contra el uso de fondos públicos para la financiación de la visita del Sumo Pontífice. A continuación le dan otro pedazo de hostia a un reportero que había por ahí sacando una foto del incidente. Inspirado por Mente Purulenta digo aquello de "¡Trabajando! ¡Trabajando para Dios! ¡Ahora las hostias las doy yo!".
Bueno, ahora en serio. ¿Qué hacer contra la impunidad? No vale la respuesta de "es que es un solo descerebrado", porque ese descerebrado (si las experiencias pasadas son indicativas de algo) no va a ser ni expedientado y, posiblemente, ni siquiera investigado o identificado. Y al final siempre pasa lo mismo en todas las manifestaciones. Al final lo más cuerdo, triste es decirlo, es defenderse con igual fuerza. Poner la otra mejilla es muy cristiano, pero esos estaban en la otra manifestación y nadie les tocó un pelo, incluso tras haber detenido a un mexicano entre sus filas que planeó un atentado terrorista contra la marcha laica.
El incidente comienza en el minuto 1:24.
Foto del fotógrafo agredido, por la que le dieron el porrazo que casi lo deja seco:
Más grande aquí.
Edit: ¡Qué bien! Pepiño Blanco dice que todo va bien.
2 comentarios:
Las visten como putas y les gustan las porras de todos los sabores. Son unas mariconas homófobas que se sienten superiores cuando salen a la calle con su amiga alemana a la altura de la cintura. En la sociedad española no se sabe bien si son los policías los que te dejan el cuerpo lleno de cardenales, o si son los cardenales los que te dejan el cuerpo lleno de policías con porra.
Por culpa del Paparatzi aporrean a un paparazzi. Es casi tan irónico como cuando la Virgen María dio a luz cuando no tenía electricidad en casa.
Y yo pensaba que era un nuevo dios naciendo y era un pedo de un exquisito cocido.
Si fueran mossos de escuadra ya verían esos piojosos anti papa lo que es la piedad. Iban a rezar con sangre
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