Así, o más o menos, debería rezar una frase para referirnos a la real eterna juventud.
Es increíble en lo que se ha convertido ese post!!!
Mi intención era hablar de la barbarie NAZI en la IIGuerra Mundial. Había visto un reportaje XV aniversario de la noche temática en donde se mostraban cierto tipo de imágenes y se comentaban hechos, que pensaba no me iban a sorprender. Pero lo habían hecho.
Pequeñas y terroríficas historias como la de la niña de 3 años que se arrancada literalmente de las faldas de su madre judía, que se cae al suelo y se levanta persiguiéndola hasta que ve como el soldado alemán la fusila a un metro de su incrédula mirada(esto que parece una escena de película lo vi en un vídeo...de verdad, tremendo.) O el ahorcamiento de Amon Goeth, más conocido por ser el cruel comandante NAZI de la lista de Schindler, quien tuvo que subirse al cadalso tres veces porque el verdugo calculó mal su peso(estaba hermoso, como se ve en la peli) y le puso una cuerda demasiado corta.
Y grandes historias, más complejas moralmente, como las de los experimentos. Científicos sin escrúpulos en busca de grandes avances para la humanidad que trataban a judíos y gitanos como cobayas. Experimentos sobre el dolor, extirpaciones sin anestesia, experimentos con gemelos, disecciones a gente viva... la historia de Herta Oberheuser, un monstruo que tenía cabezas reducidas, como los jíbaros, de soldados soviéticos. O de quien tenía una lámpara hecha de huesos, además de utilizar la piel de judíos para hacerse bolsos o coleccionar tatuajes. Imaginaos como los conseguía...
Viendo este documental me sorprendí apartando la mirada una y otra vez, ante imagenes tremendamente desagradables y comentarios increíblemente monstruosos. Como digo, no soy un estómago delicado y había visto y leído bastante sobre el tema. Una vez concluido dicho documental pensé en hacer un buen post sobre la barbarie NAZI, sus experimentos, objetivos, éxitos y fracasos. Me documenté un poco y fue el caso que topé con algo que me llamó tanto la atención que relegó todo lo demás a un segundo plano.
Un investigador argentino, llamado Carlos de Nápoli, planteó la posibilidad de que los orígenes del SIDA estuvieran en las investigaciones NAZIS. Investigaciones que consiguieron desarrollar medicamentos para curar casi todos los tipos de cáncer.
El objetivo de la investigación era prolongar la vida del Fürer y ampliar el período fértil de las mujeronas bávaras. "La fórmula de la juventud" de la que habla De Napoli, está fundamentada en documentos encontrados en el presunto hogar de Menguele en su exilio sudamericano. Uno de esos documentos es un memorandum a Hilda Ana Peters de Umbreit, testaferro de uno de los laboratorios argentinos con los que Menguele trabajaba en la sombra. En este memorandum describe a Anita los pasos necesarios para obtener la fórmula de la eterna juventud. Un proceso que afirma es capaz de rejuvenecer a una persona entre 20 y 30 años.
Explica que este proceso había sido testado con éxito en un SPA cercano a Auschwitz y que De Napoli pudo reconstruir gracias a los testimonios de varios testigos, entre ellos Frieda Sorennser, una septuagenaría con aspecto de cuarentona. Ella afirmaba que el tratamiento recibido allí, a base de hormonas, había solucionado sus problemas de infertilidad. Las hormonas que se extraían de ejecutados en el campo de concentración, además de complementos de vitaminas, dieta, ejercicio y jalea real.
Pero De Napoli no se queda aquí y deja planteados más interrogantes sobre estas investigaciones. Sugiere que en los documentos de Menguele se deja entrever que el injerto en humanos de testículos de mono, como habían prob ado científicos NAZIS, producía nn rápido rápido rejuvenicimiento pero seguido de una enfermedad desconocida que lleva a la muerte en pocos meses. Según De Napoli estos síntomas son similares a los que hoy identificamos como SIDA.
Otros experimentos, aluden a un compuesto, que por prueba y error, hallaron los NAZIS para curar el cáncer que recurrentemente se originaba con las inyecciones diarias de hormonas.
1 comentario:
hum, recuerdo leer en un libro de ciencias en el instituto o en el cole que el origen del sida está en la sangre de mono verde que se metían unos de una tribu africana (o algo así).
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